Curso de (Re) Corte y Confección

Si hacemos caso de los últimos sondeos electorales, que sitúan al PP el primero en la lista en cuanto a intención de voto, parece que el actual Gobierno (pese a su nefasta política que tan dramáticos efectos ha tenido en un amplio sector de la ciudadanía que sobrevive al borde de la pobreza y la exclusión social) no va a ser penalizado en las urnas.

¿Cómo se las apañan para esquivar el castigo de la opinión pública? Muy fácil, uniendo diferentes retales de la vida cotidiana para, mediante el empleo de cálculos y tácticas políticas más o menos complejas y sofisticadas, confeccionar un panorama patchwork alegre y colorido que en nada se parece a la realidad.

Según R. Kent Weaver, las estrategias generales que usan los gobiernos para evitar ser culpados por esas medidas que resultan antipáticas en cualquier momento, y altamente peligrosas en período electoral, son:

  1. Deja para mañana lo que puedas hacer hoy: puesto que las decisiones impopulares pesan más en el voto cuanto más cerca de las elecciones se adoptan, se retrasa todo lo posible la entrada en la agenda política del tema espinoso. Esto es lo que ocurrió con la controvertida reforma de la conocida como Ley del aborto que, ante la oposición generalizada de una amplia mayoría de la sociedad, finalmente no se llevó a efecto. Ahora, ante las próximas citas electorales, como pago de la deuda que el Gobierno siente que tiene con el sector más ultraconservador de sus votantes, vuelve a estar en el candelero con la presentación de una Proposición de Ley del Grupo Popular en la que se suprime la posibilidad de que las menores de edad (16 y 17 años) puedan prestar el consentimiento por sí solas para abortar exigiendo “además de la manifestación de su voluntad, el consentimiento expreso de los titulares de la patria potestad”.
  1. No hay bien que por mal no venga: si no puede evitar una situación en la que, utilizando el lenguaje televisivo tan de moda, el político sabe que va a ser nominado para abandonar la casa, realiza una arriesgada maniobra (que da por sentada la poca capacidad critica y de análisis del votante medio) y redefine la situación presentando las pérdidas como ganancias. En 2013, en respuesta a una pregunta en el Congreso de la diputada socialista María González sobre las medidas adoptadas por el Gobierno ante la situación de los jóvenes que tenían que abandonar nuestro país para buscar empleo fuera, Fátima Báñez, Ministra de Empleo y Seguridad Social,afirmó sin rubor que efectivamente muchos jóvenes habían salido de España en busca de oportunidades por la crisis pero que no era emigración sino que «eso se llama movilidad exterior«. ¡Y se quedó tan pancha!
  1. Más vale tarde que nunca: si la medida va a suponer costes para los votantes, que no pueden evitarse ni suavizarse, el Gobierno compra tiempo. ¿Cómo? Pues, por ejemplo, aprobando una norma, la Ley 23/2013, de 23 de diciembre, reguladora del Factor de Sostenibilidad y del Índice de Revalorización del Sistema de Pensiones de la Seguridad Social, según la cual a partir del 1 de enero de 2019 entrará en vigor un nuevo elemento (con el amigable nombre de “Factor de sostenibilidad”) que afectará a las pensiones que se den de alta en el sistema desde ese día. A los actuales parámetros que se usan para determinar la cuantía de la prestación de jubilación (edad de retiro, años cotizados, cantidades aportadas, etc.) se añadirá un nuevo coeficiente que relacione la cantidad resultante con la esperanza de vida (la variación interanual de la esperanza de vida a tener en cuenta para calcular el valor del factor de sostenibilidad se revisará cada cinco años) del pensionista en el momento de cumplir 67 años. Resultado: cuanto más crezca la media de esperanza de vida, más recortada se verá la pensión inicial de los nuevos jubiladospero eso será a partir de 2019.
  1. Escurrir el bulto: maniobra muy útil en Estados multinivel como el nuestro, donde el gobierno central puede cargar la culpa de los recortes a los gobiernos autonómicos y viceversa. En enero de 2014 nuestra Presidenta, en una entrevista concedida a diversos medios, manifestaba que Castilla-La Mancha cumpliría la ley que obliga a implantar el copago en los medicamentos dispensados en los hospitales, pero que sería la Junta la que asumiera el coste de esas medicinas y no los enfermos. La pelota de un tejado a otro mientras se difumina la responsabilidad.
  1. El chivo expiatorio: que otro muerda el polvo. En Castilla-La Mancha ésta ha sido (y sigue) la estrategia más POPULAR utilizada por el Partido POPULAR para justificar sus decisiones más IM-POPULARES (la mayoría): la famosa, gastada y descolorida “herencia recibida”. No puedo dejar de preguntarme si, en el caso de que vuelvan a ganar, seguirán utilizando este argumento los siguientes cuatro años.
  1. Subirse, o bajarse, del carro a tiempo: si el gobierno dispone de mayoría suficiente en el Parlamento para aprobar, en solitario, un nuevo recorte generador de malestar, un partido en la oposición (que tenga expectativas reales de ganar las elecciones), aunque esté de acuerdo con dicho recorte, se abstiene en la votación consiguiendo con ello preservar sus apoyos e incluso ganarse nuevos votantes.
  1. Cerrar filas: tratar de conseguir apoyos con la esperanza de que el consenso difumine la culpa. Los partidos de derechas suelen resultar más sospechosos de querer liquidar el Estado de Bienestar, pero si logran el apoyo de la izquierda (algún partido de ese signo en el Parlamento o de los sindicatos), los ciudadanos tenderán a pensar que el recorte era imprescindible. Se trata de una estrategia que adquiere mayor importancia cuando se gobierna con mayoría absoluta, puesto que adoptar decisiones en solitario conlleva aparecer como el único culpable de sus posibles efectos secundarios (bien lo sabe Spiderman: “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”).
  1. Sujétame que no respondo de mí: la modificación, en 2011, del artículo 135 de la Constitución española, introdujo el principio de equilibrio presupuestario (que se sumaba al de estabilidad económica ya existente que prevé que el déficit estructural no sobrepase el 0,4% a no ser que las administraciones estén llevando a cabo reformas estructurales con efectos presupuestarios a largo plazo u otras situaciones excepcionales) que, al atar las manos a los políticos sobre el déficit, siempre podrá ser invocado como excusa para justificar los recortes o para no gastar en determinadas partidas.

Además de las anteriores, existen otras estrategias:

  1. Yo no quiero, pero los datos no dejan margen: se trata de usar los datos de manera torticera o recurriendo a la parte de los mismos que más conviene. En el caso del Estado de Bienestar, por ejemplo, para justificar los recortes es frecuente presentar datos de fraude o abuso del sistema e incidir sobre lo que cuestan las prestaciones y servicios, dejando de lado los beneficios que reportan a todos.
  1. De todas formas habrá que hacerlo: gobierne quien gobierne, y será peor si no se hace. Un partido de izquierdas puede aducir que los recortes serán peores, como así se ha demostrado, si llega al gobierno un partido de derechas.
  2. Agostidad” y alevosía: cuando el gobierno trata de disimular los recortes adoptándolos en periodos vacacionales para tratar así de esquivar la movilización social. En Castilla-La Mancha, en la Mesa Sectorial de la Función Pública del 20 de agosto de 2012 se aprobó una modificación de la Relación de Puestos de Trabajo de la Junta por la que se suprimían 673 plazas, de las cuales un 70% estaban ocupadas, lo que supuso medio millar de despidos. STAS-Intersindical y UGT recurrieron los acuerdos adoptados y el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha anuló dicha modificación porque, según la sentencia, no se respetó la negociación colectiva y se vulneraron derechos fundamentales.
  3. Divide y vencerás: fragmentar a la ciudadanía con los recortes, enfrentando, por ejemplo, la suerte de los empleados públicos con la de los trabajadores del sector privado, la de las escuelas publicas con las concertadas, los ricos con los pobres, intentando que todos se olviden de que el Estado de Bienestar produce beneficios a toda la ciudadanía en su conjunto.
  1. Diversifica riesgos: en Estados multinivel, como el caso español, el gobierno central se pone de acuerdo con los gobiernos autonómicos y locales de su mismo color para que las reformas y recortes se hagan en períodos diferentes con el objetivo de evitar que la movilización, que previsiblemente se produciría, no tenga lugar al mismo tiempo consiguiendo con ello que sea menos visible.
  1. Los niños y las minorías primero: se trata de una estrategia ampliamente utilizada en nuestra Comunidad Autónoma consistente en recortar primero prestaciones y servicios a los más desfavorecidos y las minorías (discapacitados, extranjeros, pobres, etc.) cuya capacidad de movilización es reducida. Según el Observatorio Estatal de la Dependencia, en junio de 2011 Castilla la Mancha tenía la nota más alta de España, un 7,9, en cuanto a las ayudas y prestaciones a personas dependientes;  en febrero de 2015, tras cuatro años de gobierno del PP, dicha nota ha bajado a un 5 raspado.

Espero que conocer los entresijos del (re) corte y confección les sirva para que en las próximas citas electorales se alejen de los partidarios de la Haute Couture (prendas exclusivas a la medida de unos pocos clientes) y se decanten por los modistos del Prêt-à-porter (prendas de calidad, bien confeccionadas y al alcance de todos los estratos sociales).

Teresa Suárez Fernández

Colegiada nº 6895-07

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