Empleo y Crisis

Estamos en una época en la cual empleo y crisis se han convertido en un binomio no siempre bien tratado y entendido. Tanto en medios de comunicación, como en el día a día se habla de la necesidad de crear empleo para los 5.457.700 de parados según la EPA (Encuesta de Población Activa (EPA) Cuarto trimestre de 2014), 4.525. 691 según los datos del INEM (Servicio Público de Empleo Estatal Enero de 2015). Se habla de previsiones, reducciones de parados, creación de empleo, recuperación, fin de la crisis etc. Pero, ¿qué hay de cierto en ello?.

Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística durante el pasado 2014 el empleo se ha incrementado en 433.900 personas (251.500 hombres y 182.400 mujeres). Otro dato significativo y que nos informa sobre el nuevo mercado de trabajo y la situación del empleo en España es la división de este incremento por sectores. En este sentido es el sector servicios el área que ha acaparado el mayor peso en la creación de empleo con 344.000 ocupados más seguido de industria (98.000) y la construcción (40.000), en último lugar y con cifras negativas se encuentra Agricultura con 48.400 ocupados menos. Este dato nos puede dar ciertos indicios en el cambio de modelo productivo de España siendo el sector servicios el que absorbe la creación de empleo y los puestos de trabajo de esta nueva época.

Al referirnos a la población activa observamos cómo esta aumenta en el último trimestre de 2014 en 95.200 hasta situarse en los 23.026.800. Respecto a la tasa de actividad sube 0,25 puntos situándose en el 59,77% (en Castilla La Mancha la tasa de actividad se sitúa en el 58,73% por debajo de la media nacional). Esta información apunta al descenso en el número de activos (44.000 personas). Es importante señalar y por tanto tener en cuanta y actuar que dicho descenso se debe fundamentalmente al descenso de la población en edad de trabajar (16-64 años), cuya causa fundamental es el envejecimiento de la población. Cuestión que no es baladí, ni nueva para nuestro país y en la cual las diferentes políticas sociales y de familia deben hacer frente y actuar con las medidas oportunas sino queremos que dicho envejecimiento ponga en peligro el sostenimiento del Estado de Bienestar del cual disfrutamos.

Si continuamos analizando los datos facilitado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de paro bajó dos puntos, hasta situarse en el 23,7%; el paro bajó el año pasado en todas las comunidades autónomas a excepción del País Vasco que subió un ligero 0,42%, y descendió más en La Rioja, Baleares y Comunidad Valenciana, con porcentajes del 17 %, del 16,67 y del 14,80%, respectivamente (en Castilla la Mancha se sitúa en el 28,50%).

El empleo generado en este último año adquiere una tendencia diferente, dejan de ser primordialmente contratación a tiempo parcial, para dar paso a un incremento y predominio de de la jornada completa. Siguiendo con el análisis de los datos y acercarnos a la realidad del empleo, si nos referimos a la duración de los contratos, debemos decir que se observa un aumento de la contratación indefinida, pero continúa el incremento de la contratación temporal, manteniéndose la tasa de temporalidad en la contratación.

Para cerrar este análisis y apuntado a previsiones para acercarnos a la foto de la situación actual, según los últimos datos que nos facilita la Organización Internacional del Trabajo, España cerrará el año 2019 en un 21,5% de tasa de paro, en cambio otros informes apuntan a un descenso de tasa de paro entorno al 20% en 2017, si se siguen las previsiones apuntadas y el ritmo de crecimiento del pasado año que según estudios se verá incrementado. Estas últimas son revisiones optimistas que sitúan la creación de otros 400.000 empleos netos para el presente 2015(mientras el FMI no espera más de unos 130.000), previsiones que apunta al descenso del tasa de paro la cual se situaría en el 21,7% al finalizar el año. Solo el tiempo nos dirá si estas cifras serán las que finalmente puedan acercar al país al empleo dejando poco a poco la crisis y nos acerquen a niveles de años pasados. Las políticas y reformas acontecidas durante los últimos años en el mercado laboral, junto con los factores socioeconómicos (caída del petróleo, reducción de la prima de riesgo, incremento del consumo y de las exportaciones etc;), han sido los factores que están y han condicionado estos datos apuntados en la última EPA y previsiones. Son los pilares de este nuevo mercado de trabajo que está por conformarse y que debe plasmarse dando paso a un nuevo modelo productivo que permita la mejora de las condiciones laborales, la creación de empleo estable y de calidad y que suponga el fin de la tan manida crisis.

José Ramón Plaza G.
Colegiado nº 07 – 6801

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