Siente a un pobre en su mesa

 
 
¿Lo recuerdan? Ese fue el eslogan de una
campaña publicitaria llevada a cabo durante el régimen de Franco, no sé si en
colaboración con la iglesia, que buscaba fomentar la caridad cristiana y que la
genialidad de Luis García Berlanga transformó en el argumento de
Plácido”,
una de las mejores películas de la historia del cine español, en la que a base
de una ironía estudiada el director logra destapar el verdadero objetivo de tan
noble propuesta: limpiar las conciencias burguesas una vez al año, el día de
Navidad, pero sin pasarse (por eso el
rico se comía la pechuga del pollo y el pobre de turno las alitas
). Una
comedia costumbrista y mordaz con una carga de denuncia social imposible de frenar
por ningún censor de tres al cuarto.
¿Realmente han pasado cincuenta años? Quien
lo diría ante la propuesta que, la semana pasada, hacía Adelaida de la Calle, Rectora de la Universidad de Málaga, sobre el
apadrinamiento de estudiantes que no puedan costearse la matrícula.
No podemos quejarnos la maquinaria está
perfectamente engrasada: primero el Gobierno sube a un 6,5 la nota media para
conseguir las becas más cuantiosas medida, que evidentemente, no afecta a
alumnos hijos de padres pudientes. Como la posibilidad de encontrar algún trabajillo
que ayude a costear los gastos universitarios es prácticamente inexistente (dada la elevada tasa de desempleo juvenil,
bueno, por desgracia, desempleo a secas
) nos encontramos con que o eres el
dueño de una mente prodigiosa que te permita saltar el “obstáculo Wert” o te postulas como candidato a “Ponga
un estudiante en su vida
”.
Sin duda esta iniciativa, lejos de
avergonzarte, debe henchirte de orgullo ya que te proporcionará tu ansiado
minuto de fama warholiana, lo quieras o no, porque sobrarán candidatos (Presidentes-as o ministros-as luciendo el
caro tostado marbellí, empresarios panzudos con el pelo engominado hacia atrás
y ricitos irritantes en la nuca o mecenas catetos con pasta para aburrir
) con
ansias de fotografiarse a tu lado mientras alaban estas iniciativas que
responden a la palabra mágica del Gobierno actual: EMPRENDIMIENTO.
El Diccionario de la Real Academia
Española define EMPRENDER como “acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro
(esta parte final siempre la omiten),
pero en el caso de nuestros doctos dirigentes políticos hace referencia a su
acepción coloquial de “EMPRENDERLA CON” cuyo significado es “acometer a alguien para importunarlo,
reprenderlo, suplicarlo o reñir con él
”. ¿Qué otra cosa está haciendo el Gobierno
sino reprendernos, importunarnos y reñirnos por nuestra falta de iniciativa y excesivo
conformismo mientras proclama a los cuatro vientos frases lapidarias como “la administración no tiene
como función ser una agencia de colocación (Cospedal dixit)
» sin dejar
de cortar y recortar las prestaciones sociales?
¿No sabe usted qué hacer con esos eurillos
que le sobran? ¡Pues no se lo piense más y adopte a un estudiante! ¡No
molestemos al Gobierno que bastante tiene con salvar bancos y eludir a los
pesados de los Jueces empeñados en desvelar tramas y tramas de corrupción! ¿Quien
necesita un Estado del Bienestar con lo caro que nos sale?
Así es que vayamos aflojando la pasta no sea
que vengan los de Bruselas a entonarnos, compungidos, a todos los españoles el
villancico final de la película: “Madre en la puerta hay un niño y gritando está de frío, ve y
dile que entre y se calentará, porque en esta tierra ya no hay caridad, ni
nunca la ha habido ni nunca la habrá
”.
Teresa Suárez Fernández
Colegiada nº 6895-07

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